Reino de Tesoros Brillantes

No pueden ser desactivadas , ya que son vitales para el funcionamiento de la página. Cookies que permiten que la página tenga mas funcionalidad pero no son estrictamente necesarias para navegar por ella.

Síguenos Twitter Facebook YouTube Instagramm LinkedIn Tik tok. Sobrescribir enlaces de ayuda a la navegación Inicio Actualidad El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo.

El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo 30 de Julio de Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo.

Palabras del Santo Padre Con estas dos similitudes, Jesús se propone involucrarnos en la construcción del Reino de los cielos, presentando una característica esencial de la vida cristiana: se adhieren completamente al Reino aquellos que están dispuestos a jugarse todo, que son valientes.

Ángelus, 26 julio Preguntas para la reflexión 1. Cuál es tu tesoro. Video del Papa: Que los católicos pongan en el centro de su vida la Eucaristía. Evangeliodomingo Reflexiondominical. Suscríbete a nuestro magacín Recibe "Magacín" y "Compromiso Solidario", nuestras dos publicaciones digitales con informaciones amenas y prácticas que te acercarán a la labor social de Cáritas Madrid.

Contáctanos Si quieres más información sobre algún tema o enviarnos tu CV para trabajar en Cáritas Madrid puedes hacerlo a través de estos formularios. Más información. Trabaja con nosotros. Conócenos Conócenos.

Atención y acompañamiento Acogida Concienciación social. Cómo colaborar Uniéndote al equipo Haciendo un donativo Como empresa Hoja de Caridad Herencias y legados Otras colaboraciones.

Si no conocemos el valor del Evangelio del agua y el Espíritu, lo tiraremos fácilmente. Mis queridos hermanos, nosotros, como gente que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu, no podemos recibir la remisión de los pecados sin pagar ningún precio.

Para nosotros, el Evangelio del agua y el Espíritu es nuestro tesoro, y la Verdad. Este Evangelio es un tremendo tesoro para nosotros. Es tan valioso que no podríamos comprarlo a menos que vendiésemos todo lo que tenemos en este mundo. Así que este Evangelio es un valioso tesoro, pero los que no conocen su valor no quieren comprarlo.

La realidad es que deberían estar agradecidos por poder comprarlo con tan sólo vender todo lo que tienen. Algunos, aunque conocen el Evangelio del agua y el Espíritu, sólo lo miran pero no quieren comprarlo. Esta gente sólo conoce el Evangelio del agua y el Espíritu, pero no han sido salvados de sus pecados.

Si podemos comprar este Evangelio del agua y el Espíritu, aunque tengamos que venderlo todo, es una bendición para nosotros.

No hay nada en este mundo tan valioso como el Evangelio del agua y el Espíritu. Les pido de todo corazón: Crean en el Evangelio del agua y el Espíritu que les permite entrar en el Reino de los Cielos; crean en él sin importar el precio que tengan que pagar y agárrense a él. Les pido que crean en el Evangelio del agua y el Espíritu, lo hagan suyo, y lo guarden bien, sin importar el sacrificio que tengan que hacer.

Les pido que guarden esta fe, la sigan y se unan a ella. Esta es la misma petición que el Señor hizo a Sus discípulos. Nuestro Señor nos dice: «el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo».

Aunque tuviésemos que dedicar toda nuestra juventud a creer en este Evangelio del agua y el Espíritu y perderlo todo en el proceso, no sería ninguna pérdida. Este Evangelio es la vida misma; este Evangelio ha borrado todos nuestros pecados y nos ha permitido recibir la remisión de nuestros pecados; este Evangelio nos ha permitido entrar en el Reino de Dios a todos los que creemos.

Por eso les reto a vender todo lo que tienen para vender este Evangelio del agua y el Espíritu, porque es muy valioso. Lo digo porque conozco el valor eterno a este Evangelio.

Si conocen el valor de este Evangelio del agua y el Espíritu, serán capaces de creer y seguirlo, aunque tengan que vender todas sus posesiones. Pero si no reconocen su valor, no lo venderán todo para comprarlo. Así que al final, no serán salvados, sino que perderán lo más valioso.

Incluso en la Iglesia, cuando miramos desde esta perspectiva, hay gente que sigue este valioso Evangelio a regañadientes. Son los que guardan todo lo que tienen, y simplemente miran de lejos al Evangelio del agua y el Espíritu.

No estoy diciendo que deban venderlo todo, ¡por supuesto que no! Comparado con el Reino de Dios, nuestras posesiones son como un grano de arena.

No se alarmen por lo que digo, no se preocupen por si les pido que lo vendan todo y me den el dinero a mí. No tengo ningún motivo personal, ni quiero su riqueza.

Lo que ustedes tienen es valioso para ustedes, pero desde un punto de vista más general, no es suficiente para pagar una sola comida a todos los justos del mundo. Si reuniera a todos los justos del mundo e hiciera una fiesta para ellos en un restaurante caro, sólo por la reserva deberíamos pagar millones de dólares.

Así, nuestras posesiones no son tan valiosas. Pero el Evangelio es diferente. El valor del Evangelio es literalmente inestimable, pero los que no conocen su valor no lo compran.

Esta gente considera que lo que tienen es más valioso que la Verdad del Evangelio, y por tanto no pueden dejar sus posesiones para seguirla. Hablar de estas cosas a estas alturas es vergonzoso, y no me alegra. Como nuestro Señor dice: «No deis las cosas santas a los perros ni arrojéis vuestras perlas a puercos» Mateo 7, 6 , si tuviera alguna opción, no hablaría de esto.

Me gustaría poder explicar este pasaje, hablarles de los que siguen el Evangelio y terminar aquí mi sermón. Pero hay gente que, tras encontrar este Evangelio del agua y el Espíritu, se sigue preguntando: «¿Debería seguirlo o no? Continuamente calculan los costes y los beneficios de esto, y siguen dudando sin fin, sopesando las opciones.

Cuando veo a esta gente, me fastidia que este Evangelio se les haya dado a ellos. Casi siento ganas de robárselo y decirles que paren. En Corea, hay mucha gente que no conoce el valor del Evangelio del agua y el Espíritu. Por eso decidimos dejar de predicar el Evangelio en Corea durante un tiempo.

Como algunos fanfarroneaban sobre su dinero, como si nos hicieran un favor creyendo, decidimos dejar de predicar. A no ser que uno venda sus posesiones y dedique su vida entera a comprar este verdadero Evangelio del agua y el Espíritu, no podrá hacerlo suyo.

Pero sé que alrededor de todo el mundo hay muchos que apostarían su vida por este Evangelio. Por eso estamos intentando evangelizar el mundo entero. Sé que aún hay infinidad de almas que comprarían el verdadero Evangelio aunque tuvieran que venderlo todo para pagar su precio, para poder entrar en el Reino de Dios, recibir la remisión de los pecados, vivir como justos y estar unidos con el Señor y vivir con Él.

Por supuesto, estamos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo, ya que es Su Gran Comisión, pero también es cierto que estamos motivados a hacerlo porque creemos que hay muchas almas inocentes en el mundo. No podemos obligar a alguien que no cree en el valor del Evangelio a creer en él, sino que es mejor predicar este Evangelio a los que lo buscan.

Es un tesoro en el Reino de los Cielos. Imaginémonos que hay un cofre que contiene una corona de diamantes, brillando con una luz misteriosa, y un vestido adornado con piedras preciosas.

El cofre y todo lo que contiene son tan valiosos que no podemos ni determinar su precio. Si pudieran comprar este cofre vendiendo todo lo que tienen, ¿lo harían o no? Por supuesto que lo harían.

Es bastante raro, pero como cada uno tiene sus propias ideas, quizás alguien diría: «No quiero. No quiero diamantes. Prefiero chuletas de cerdo». Pero si conocieran el verdadero valor de este cofre, no dudarían en vender todo lo que tienen para comprarlo.

Yo sé lo que vale. Yo sé que este Evangelio del agua y el Espíritu es de valor incalculable. Sé que ustedes también lo saben.

Sé que están aferrados al Evangelio porque saben lo que vale. Sin embargo, quizás haya gente que al darse cuenta de este valor, sólo conoce un tercio de su valor. Ningún diamante, aunque sea del tamaño de una cabeza, tiene valor si no nadie lo conoce. Quizás haya algo que sea más valioso que un diamante, pero ahora mismo no se me ocurre nada.

De todas formas, si imaginamos que no hay nada más valioso que un diamante, ¿seríamos muy felices si pudiéramos tenerlo? Si supieran que es más valioso de lo que tienen ahora, ¿darían todo lo que tienen por él?

Por supuesto que sí. El Evangelio del agua y el Espíritu es como este diamante. El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. Déjenme que explique esta parábola del tesoro escondido. Supongamos que un hombre se encontró un campo, y por cualquier razón, empezó a cavar en un rincón y se encontró un cofre de madera.

Así que se preguntó: «¿Será un ataúd? Pero no parecía un ataúd, porque tenía un candado. Entonces abrió el candado y levantó la tapa, y de repente tuvo que cerrar los ojos porque del cofre salió una luz brillante.

El hombre cerró el cofre y le puso el candado y después lo enterró de nuevo. A continuación llamó a su agente inmobiliario, le dijo que quería vender todos sus bienes inmuebles, desde su casa hasta su fábrica y toda su tierra; entonces subastó todas sus joyas y su ropa y vendió todo lo que tenía.

Obtuvo tres millones en efectivo. Cogió todo su dinero y fue a ver al dueño del campo. Y así empezó el regateo: «¿Es usted el dueño de este campo? Por supuesto, le daría una cantidad proporcional al valor de este terreno. Le agradecería que me lo vendiera». Pero el hombre era tan malo regateando que ofreció un millón desde el principio, cuando tendría que haber ofrecido Así que lo pensó bien y le pareció que pasaba algo raro.

Una mina de oro, quizás». Heredé esta tierra de mis antepasados y mis descendientes la heredarán». Entonces, el propietario pensó: «Pero, esta tierra vale sólo Debe estar loco.

No, espera. Quiere conseguir este campo como sea. Debería intentar subir el precio un poco más». El hombre fue al coche, trajo un maletín y lo puso delante del propietario, que viendo el maletín con un millón de dólares pensó: «Supongo que sí tiene dinero.

Me está ofreciendo un millón y medio. Pero voy a engañarle un poco más para ver adónde llega». No está en venta». No la vendería ni aunque me diera diez millones. Porque esta tierra la heredé de mis antepasados y me aseguraré de que pase de generación en generación.

Mis antepasados me dijeron que no la vendiera y nunca la venderé. Un hombre debe cumplir su palabra. Debo cumplir la voluntad de mis antepasados». Viendo que el hombre no había dudado en ofrecer tanto dinero por el terreno, el propietario pensó que podría subir más el precio.

Todos mis bienes tienen un valor de 3 millones, ni un céntimo más, ni uno menos. Vale, trato hecho. Le daré 3 millones con dos maletines más en efectivo». Así que pagó el dinero y compró el campo aquel día. A cambio de todo lo que había vendido, obtuvo el campo.

Pero estaba muy contento, porque el campo valía la pena. Valió la pena venderlo todo para comprarlo. Este Evangelio del agua y el Espíritu es de valor incalculable.

Valdría la pena aunque perdiéramos la vida. Valdría la pena aunque tuviéramos que vendernos como esclavos. Posiblemente hayan oído hablar del martirio en los comienzos de la Iglesia.

Muchos de los creyentes estaban dispuestos a ser martirizados por mantener su fe en el verdadero Evangelio. Algunos de ellos abandonaron su estatus de nobleza y se hicieron esclavos por defender su fe. Este es el valor del Evangelio del agua y el Espíritu. Este Evangelio del agua y el Espíritu es el valioso Evangelio que nos permite poseer todo en el Reino de los Cielos.

Esta Verdad del Evangelio es tan valiosa, que tuvimos que comprarla, y tuvimos que venderlo todo. Como el hombre que vendió todo lo que tenía para comprar el cofre escondido en el campo, debemos obtener el Evangelio del agua y el Espíritu pagando el precio con todas nuestras posesiones.

Ser salvado es lo más dichoso que hay. Sin embargo, hay muchos que intentan poseer la Verdad del Evangelio sin vender lo suyo. Esta gente puede perderlo. Justo cuando pensaba en cómo subir hasta la cima, escuchó un rugido fuerte proveniente del cielo. Miró hacia arriba y vio a un majestuoso dragón volando sobre él.

El dragón se llamaba Draco y al ver a Pepe supo que estaba en busca de algo especial. Soy Pepe y estoy siguiendo este mapa en busca de algo emocionante", respondió Pepe emocionado.

Draco sonrió con picardía y le dijo: "Bienvenido a mi reino secreto, donde solo unos pocos elegidos pueden entrar. Si logras superar mis desafíos, te revelaré el tesoro más valioso que hayas visto".

Pepe aceptó el desafío sin dudarlo y Draco le explicó que debía pasar por una serie de pruebas para demostrar su valor. La primera prueba consistía en escalar una pared rocosa utilizando solo sus manos y pies. Con determinación, Pepe comenzó a trepar la pared con habilidad, superando obstáculos y evitando caer.

A medida que subía, se dio cuenta de lo fuerte y valiente que era. Finalmente, llegó a la cima y Draco lo felicitó. Has superado la primera prueba con éxito", exclamó Draco orgulloso. La segunda prueba requería coraje y astucia.

Pepe tuvo que cruzar un puente colgante muy estrecho sobre un río lleno de cocodrilos hambrientos. Con cada paso lento pero seguro, logró llegar al otro lado sin ningún problema.

Duration Un tesoro (del latín thesaurus y este del griego θησαυρός) es una concentración de riqueza (especialmente la de metales preciosos, piedras preciosas Un hombre encontró un cofre lleno de diamantes, oro y plata, que estaba escondido en un campo. Inmediatamente se fue y vendió todo lo que tenía y compró el

Video

NO HAY LÍMITES en EL PODER DE LA MENTE - LA NATURALEZA DEL PENSAMIENTO John Kehoe El Briolantes Sitio Brillantss Centro de SVIP Relno Aplicará el BBrillantes de Mayo. Has superado la primera Concursos en línea gratuitos con éxito", exclamó Draco orgulloso. Comparado con Reino de Tesoros Brillantes Construcción de hábitos positivos en apuestas de Dios, nuestras posesiones Brjllantes como un grano de arena. Por eso les reto a vender todo lo que tienen para vender este Evangelio del agua y el Espíritu, porque es muy valioso. Nos estamos dedicando a la Gran Comisión, dedicándonos a ir y predicar el valioso Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo. También se parece el Reino de los cielos a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. La casa de dulces y la bruja malvada.

Reino de Tesoros Brillantes - Tesoro Brillante (Diario). Duración: Cada día. Requerimiento: Cumplimiento de Tareas en región Dragón Ardiente. NPC: Lider De Tribu Brillante - Bruno Duration Un tesoro (del latín thesaurus y este del griego θησαυρός) es una concentración de riqueza (especialmente la de metales preciosos, piedras preciosas Un hombre encontró un cofre lleno de diamantes, oro y plata, que estaba escondido en un campo. Inmediatamente se fue y vendió todo lo que tenía y compró el

Draco estaba impresionado por la inteligencia y valentía de Pepe. Pero aún quedaba una última prueba: encontrar una llave dorada escondida en un laberinto oscuro. El laberinto estaba lleno de giros inesperados y pasillos confusos, pero Pepe no se rindió.

Siguiendo su intuición, encontró la llave dorada en lo más profundo del laberinto. Cuando salió victorioso del laberinto, Draco aplaudió emocionado: "¡Felicidades Pepe!

Eres digno de conocer el tesoro más preciado". Juntos caminaron hacia una cueva secreta detrás de la montaña donde había un cofre brillante esperándolos. Al abrirlo, Pepe encontró libros y utensilios de estudio. Pepe sonrió ampliamente y agradeció al dragón por enseñarle una lección tan importante.

Desde ese día en adelante, Pepe se convirtió en un estudiante curioso y dedicado, siempre buscando aprender algo nuevo. Así, gracias a su valentía y perseverancia, Pepe descubrió que las aventuras también podían encontrarse en los libros y en los estudios universitarios.

Y eso lo llevó a convertirse en un gran científico que descubrió cosas maravillosas para el mundo entero. Y así termina nuestra historia de cómo un niño llamado Pepe encontró su verdadero tesoro: el amor por el aprendizaje y la pasión por descubrir nuevos horizontes.

Skip to content. Dejanos tus comentarios sobre el Cuentito. Aunque sea fruto del ahorro , el atesoramiento es incompatible con la inversión de capital y con la circulación monetaria , y fue característico del modo de producción feudal frente al modo de producción capitalista.

Los tesoros griegos eran edificaciones en forma de templo construidos en los santuarios por una ciudad para guardar sus ofrendas. En todas las civilizaciones, la acumulación de tesoros en tumbas y templos en forma de objetos suntuarios o cotidianos convertidos en joyas, ornamentos sagrados , exvotos , etc.

era una práctica común, así como la de su saqueo por ladrones o enemigos. El del templo de Jerusalén , que incluía la menorah o candelabro de siete brazos, fue saqueado varias veces, la última por los romanos, que lo representaron como símbolo de su triunfo en el arco de Tito.

El Tesoro público Aerarium de la República romana se custodiaba en el Templo de Saturno en el foro romano , y a pesar de su protección religiosa fue utilizado de forma irregular en algunas ocasiones, por ejemplo por Julio César. Con el nombre de Tesoro Imperial se acumularon varios tesoros a lo largo de la historia.

La Iglesia pasó a ser durante la Edad Media la principal acumuladora de tesoros, muy a menudo como ornamento de las reliquias , en monasterios y catedrales tesoro litúrgico ; y su saqueo pasó a ser protagonizado por expediciones vikingas Lindisfarne , o razzias musulmanas Almanzor , finales del siglo X.

En los países actuales, tesoro es equivalente a Erario público o Hacienda pública , especialmente en el Reino Unido Lord del Tesoro , HM Treasury , Estados Unidos Secretario del Tesoro , Departamento del Tesoro , España Letras del Tesoro , o Venezuela Banco del Tesoro.

Tesorero fue desde la antigüedad y en la actualidad el funcionario encargado de su custodia y gestión. Tesorería es un concepto empresarial y de contabilidad , además de la oficina o lugar donde se gestiona el tesoro y el nombre que recibe la actividad y oficio del tesorero.

También es muy habitual denominar tesoros a las manifestaciones artísticas más excelsas, así como tesoros nacionales al patrimonio cultural o legado histórico-artístico de una nación Monumento Nacional ; Patrimonio Nacional en España, Tesoro Nacional de Japón , etc.

y otras manifestaciones culturales o espacios naturales parques nacionales , incluso a nivel mundial Patrimonio de la Humanidad , Reserva de la biosfera , etc.

Es habitual denominar Tesoro a un diccionario , obra enciclopédica , lexicográfica o recopilación , esté o no relacionado con el concepto de tesauro Libro del tesoro , ; Tesoro de la lengua castellana o española , Sebastián de Covarrubias, ; Thesaurus Linguae Graecae ; Thesaurus Linguae Latinae.

Los tesoros ocultos o perdidos en naufragios , por enterramiento o emparedamiento a causa del temor a perderlos como consecuencia de una guerra o una época de incertidumbre, o cuya ocultación es parte esencial de la estrategia de su poseedor tesoros de los piratas o botín de los ladrones ; tesoros acumulados como rito funerario junto al cadáver son la parte más espectacular de un yacimiento arqueológico , pero no necesariamente la más valiosa científicamente.

Es un tesoro en el Reino de los Cielos. Imaginémonos que hay un cofre que contiene una corona de diamantes, brillando con una luz misteriosa, y un vestido adornado con piedras preciosas.

El cofre y todo lo que contiene son tan valiosos que no podemos ni determinar su precio. Si pudieran comprar este cofre vendiendo todo lo que tienen, ¿lo harían o no?

Por supuesto que lo harían. Es bastante raro, pero como cada uno tiene sus propias ideas, quizás alguien diría: «No quiero. No quiero diamantes. Prefiero chuletas de cerdo». Pero si conocieran el verdadero valor de este cofre, no dudarían en vender todo lo que tienen para comprarlo.

Yo sé lo que vale. Yo sé que este Evangelio del agua y el Espíritu es de valor incalculable. Sé que ustedes también lo saben. Sé que están aferrados al Evangelio porque saben lo que vale. Sin embargo, quizás haya gente que al darse cuenta de este valor, sólo conoce un tercio de su valor.

Ningún diamante, aunque sea del tamaño de una cabeza, tiene valor si no nadie lo conoce. Quizás haya algo que sea más valioso que un diamante, pero ahora mismo no se me ocurre nada. De todas formas, si imaginamos que no hay nada más valioso que un diamante, ¿seríamos muy felices si pudiéramos tenerlo?

Si supieran que es más valioso de lo que tienen ahora, ¿darían todo lo que tienen por él? Por supuesto que sí. El Evangelio del agua y el Espíritu es como este diamante. El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. Déjenme que explique esta parábola del tesoro escondido.

Supongamos que un hombre se encontró un campo, y por cualquier razón, empezó a cavar en un rincón y se encontró un cofre de madera. Así que se preguntó: «¿Será un ataúd? Pero no parecía un ataúd, porque tenía un candado. Entonces abrió el candado y levantó la tapa, y de repente tuvo que cerrar los ojos porque del cofre salió una luz brillante.

El hombre cerró el cofre y le puso el candado y después lo enterró de nuevo. A continuación llamó a su agente inmobiliario, le dijo que quería vender todos sus bienes inmuebles, desde su casa hasta su fábrica y toda su tierra; entonces subastó todas sus joyas y su ropa y vendió todo lo que tenía.

Obtuvo tres millones en efectivo. Cogió todo su dinero y fue a ver al dueño del campo. Y así empezó el regateo: «¿Es usted el dueño de este campo? Por supuesto, le daría una cantidad proporcional al valor de este terreno. Le agradecería que me lo vendiera».

Pero el hombre era tan malo regateando que ofreció un millón desde el principio, cuando tendría que haber ofrecido Así que lo pensó bien y le pareció que pasaba algo raro. Una mina de oro, quizás». Heredé esta tierra de mis antepasados y mis descendientes la heredarán».

Entonces, el propietario pensó: «Pero, esta tierra vale sólo Debe estar loco. No, espera. Quiere conseguir este campo como sea. Debería intentar subir el precio un poco más». El hombre fue al coche, trajo un maletín y lo puso delante del propietario, que viendo el maletín con un millón de dólares pensó: «Supongo que sí tiene dinero.

Me está ofreciendo un millón y medio. Pero voy a engañarle un poco más para ver adónde llega». No está en venta». No la vendería ni aunque me diera diez millones. Porque esta tierra la heredé de mis antepasados y me aseguraré de que pase de generación en generación.

Mis antepasados me dijeron que no la vendiera y nunca la venderé. Un hombre debe cumplir su palabra. Debo cumplir la voluntad de mis antepasados». Viendo que el hombre no había dudado en ofrecer tanto dinero por el terreno, el propietario pensó que podría subir más el precio.

Todos mis bienes tienen un valor de 3 millones, ni un céntimo más, ni uno menos. Vale, trato hecho. Le daré 3 millones con dos maletines más en efectivo». Así que pagó el dinero y compró el campo aquel día.

A cambio de todo lo que había vendido, obtuvo el campo. Pero estaba muy contento, porque el campo valía la pena. Valió la pena venderlo todo para comprarlo. Este Evangelio del agua y el Espíritu es de valor incalculable. Valdría la pena aunque perdiéramos la vida. Valdría la pena aunque tuviéramos que vendernos como esclavos.

Posiblemente hayan oído hablar del martirio en los comienzos de la Iglesia. Muchos de los creyentes estaban dispuestos a ser martirizados por mantener su fe en el verdadero Evangelio. Algunos de ellos abandonaron su estatus de nobleza y se hicieron esclavos por defender su fe.

Este es el valor del Evangelio del agua y el Espíritu. Este Evangelio del agua y el Espíritu es el valioso Evangelio que nos permite poseer todo en el Reino de los Cielos. Esta Verdad del Evangelio es tan valiosa, que tuvimos que comprarla, y tuvimos que venderlo todo. Como el hombre que vendió todo lo que tenía para comprar el cofre escondido en el campo, debemos obtener el Evangelio del agua y el Espíritu pagando el precio con todas nuestras posesiones.

Ser salvado es lo más dichoso que hay. Sin embargo, hay muchos que intentan poseer la Verdad del Evangelio sin vender lo suyo. Esta gente puede perderlo. Puede que lo abandonen si no están contentos con él.

Como no lo han comprado al vender todas sus posesiones, pueden abandonar el Evangelio en cualquier momento, tomar sus posesiones e irse. Pero los que compraron este Evangelio al vender todas sus posesiones, nunca lo perderán.

Porque han puesto toda su vida en ello. Cualquiera que no compre el Evangelio del agua y el Espíritu vendiéndolo todo, no cree en él. Según las circunstancias, podrá abandonar este Evangelio.

No soporto cuando alguien juega con este Evangelio del agua y el Espíritu y no le tiene mucha estima. El poder y la veracidad de este Evangelio del agua y el Espíritu merecen ser comprados, aunque haya que dar la vida por ellos.

A través de este Evangelio podemos ganar todos los tesoros que hay en el Reino de Dios. Por eso cuando veo a la gente vacilando ante este inestimable Evangelio, sin poder tomar una decisión, preguntándose si deberían creer o no, y si deberían seguirlo o no, me da pena.

Porque para los que no conocen el verdadero valor del Evangelio, sus vidas no tienen valor. Ellos mismos viven una vida vacía y barata que puede ser vendida por unos pocos cambios. Si nuestras almas son tan preciosas que no puede ser cambiadas por nada del mundo, ¿cómo podemos vender nuestras vidas?

Como nosotros, los seres humanos, fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, debemos existir para siempre. Debemos convertirnos en hijos de Dios y vivir para siempre para disfrutar el esplendor y la gloria junto con Dios.

Todos somos valiosos. Nuestro Señor dijo: «El hombre que está en honra y no entiende, Semejante es a las bestias que perecen» Salmos 49, Así que los que no conocen su propio valor son como las bestias que perecen. Debemos reconocer que Dios nos ha hecho valiosos en Jesucristo.

Hay gente que, sin conocer el valor de este Evangelio, están indecisos, preguntándose si deberían creer en el Evangelio o no. Les he explicado todos los beneficios y el prestigio que acompañan al verdadero Evangelio. Sin embargo, hay mucha gente que no puede decidirse y que vacila, y también hay mucha gente a la que le preocupa ser engañada.

En otras palabras, hay muchos que no ven el valor del Evangelio. Cuando me encuentro a esta gente, me dan mucha pena y me siento frustrado. Los que no conocen el valor del Evangelio del agua y el Espíritu no pueden abandonar todo lo que tienen para ganárselo, y por tanto, no pueden nacer de nuevo.

Se están exponiendo a que se burlen de ellos. La vida de los que no han nacido de nuevo es como la de un perro que se come sus propios vómitos y se come sus propias heces 2 Pedro 2, Puede que digan: «Comprar esta tierra sería malgastar el dinero».

Es como si sólo pudieran ver la tierra que cubre el cofre. Esta gente no tiene ni idea de qué valioso es el Evangelio del agua y el Espíritu. Por otro lado, también hay gente que conoce lo valioso que es este cofre del tesoro, y se aferran a él. El que compró el campo del tesoro dejándolo todo, comprueba el tesoro todos los días y lo guarda.

Hay otros que no han comprado el campo, sino que están todavía regateando con el dueño: «Compraré este campo tarde o temprano.

Así que no se lo venda a nadie más. Entonces el dueño dice: «Si vende todo lo que tiene y me ofrece el dinero a mí, se lo venderé». Pero ellos contestan: «Bueno, le digo que se lo compraré. No es que no lo vaya a comprar, sino que no sé cuándo. No lo puedo comprar ahora, todavía no».

Esto es tan frustrante. Me vuelven loco. Esto es muy cómico. Me siento absurdo cuando veo a esta gente. Nuestro Señor dijo que el Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. Un hombre lo encontró, y vendió todo lo que tenía para comprar el campo.

Con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra vida, debemos apreciar el valor de lo que es realmente precioso y creerlo así.

Debemos darnos cuenta de que el Evangelio del agua y el Espíritu nos ha dado vida nueva, y creerlo. Debemos saber y creer que este Evangelio ha borrado nuestros pecados y nos ha hecho hijos de Dios.

Sin embargo, en esta Iglesia de Dios, hay quienes no creen en este tesoro del Evangelio. Mis queridos hermanos, ¿es este Evangelio del agua y el Espíritu igual que cualquier otro evangelio?

Cada vez que los pseudo-predicadores abren la boca, sólo hacen hincapié en el movimiento para la evangelización regional. Empiezan con el activismo, diciendo que debemos ir a la gente y hacer a todo el mundo cristiano, pero lo hacen sin el Evangelio del agua y el Espíritu.

Tesoro Brillante(Diario)

By Dishura

Related Post

4 thoughts on “Reino de Tesoros Brillantes”

Добавить комментарий

Ваш e-mail не будет опубликован. Обязательные поля помечены *